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Argentinos en Suiza

En poco mas de una década, para el patinaje sobre ruedas Suiza se ha convertido en lo que es Holanda para el patinaje sobre hielo >>: la Meca mundial de la disciplina. ¿A qué se debió este crecimiento espectacular de un país sin tradición patinera? Fui a indagar, y estos son los datos que recopilé...

● Ausencia de una Federación: O más precisamente, existe una federación suiza -obviamente- pero es más bien nominal. El presidente de la federación hasta hace poco era una figura equivalente a la Reina de Inglaterra en las cuestiones de gobierno del patinaje suizo; ahora ya no, simplemente porque el presidente ha pasado a ser nada menos que Don Coni Altherr. Notar que el mismo caso se da en países como Holanda y Alemania, países que también demostraron una tasa de crecimiento impresionante de patinadores a pesar de (o gracias a) tener una federación comparable a la de Camerún. Francia, en cambio, parece ser el ejemplo a seguir, un caso mas único que raro: la federación ha tenido mucho que ver con el increíble desarrollo del patinaje francés. El tema sin duda podría dar lugar a un artículo entero: vamos a dejarlo acá.
● Gobierno nacional con significativa política deportiva: El turismo es una de las principales fuentes de ingresos de Suiza, y dentro de las categorías turísticas, el paquete deportivo tiene una notable influencia en las estadísticas. Esa es una de las razones por las que todo el país está atravesado por carriles bici, que obviamente podemos también usar los patinadores (para pasear, entrenar e incluso competir). Las oficinas del Ente turístico suizo ofrecen folletos que ilustran la red de los itinerarios patinables del país. Que tal? Además, estas maratones masivas de WIC y SIC se han convertido en un interesante y novedoso atractivo turístico para varias zonas del país.
● Coni Altherr: axiomáticamente, para que esto despegue como lo hizo, hace falta un tipo visionario, honesto y con grandes cualidades organizativas. Ver acá >> como nació y como funciona su concepto.
● Otros factores internos: el bienestar social y económico del país, y la gran conciencia cívica y mentalidad deportiva de su población, facilitan el fomento y evolución de cualquier disciplina.

Todos estos elementos sumados convirtieron a Suiza en lo que es hoy: un santuario para los patinadores profesionales (y aspirantes a tales) del mundo entero. Y ahí es justamente donde podemos encontrar a los únicos argentinos compitiendo en el circuito internacional de maratones, así que fuimos a visitarlos para ver cómo viven y qué tal la pasan...

Weinfelden

Sede del Mundial 2009 >> y de la única pista de Suiza (por ahora), esta localidad cercana al lago Bodensee y a la frontera con Alemania es también hogar de la familia Begg (Bill es además el entrenador de la selección juvenil suiza) y sus equipos de corredores (Jesa/Bont, Henniez, Shaenkel). En un caserón de tres pisos, además de los Begg (padre, madre y dos hijos) viven nuestra Andrea Gonzalez, dos canadienses, una francesa y todo aquel que quiera pasar unos días entrenando al más alto nivel con ellos.


Oh Romeo! Traeme chocolate!

La casa queda en el centro del pueblo, que es realmente pequeño. Inicialmente llama la atención que un lugar tan secundario y alejado de las habituales plazas del patinaje se haya convertido en un nido de atletas del máximo nivel. La explicación está en que el mayor accionista del LAS InlineDrom (el patinódromo) es justamente de la zona, y la localidad se halla en medio de uno de esos itinerarios “patinables” que mencioné antes: el Cantón de Thurgau, que se promociona internacionalmente como “Un paraíso para patinadores” (ver esta web >>) . En efecto, en los pueblos de la zona se ven por las calles símbolos que indican hacia donde se encuentran los recorridos y senderos patinables, y en todos lados se encuentran folletos informativos al respecto. Esos itinerarios se recorren por fabulosas sendas de asfalto liso, rodeadas de un verde esmeralda increíble, que llevan hasta el mismo lago (que se puede costear por kilómetros y kilómetros). Y todo esto en planicie! Pero si uno quiere hacer subidas (en patines o bicicleta) también tiene un surtido notable de colinas en las cercanías. Y si llueve? No problem, tenemos la pista cubierta! En fin, lo que se llama un paraíso de verdad.
Llego a esta localidad proveniente de St. Moritz >> durante un temporal de verano; salimos con Andrea a tomar algo y a nuestro regreso me quedo unas tres horas escuchando lo que Bill & Co. tienen para contarme. Cosas buenas y malas también: no se crean que la WIC es todo rosas y oro. Encima nos enteramos de lo del cambio de fecha del evaluativo >>, gracias al cual Andrea pasó una noche en vela (es lo que me lo contó, no se crean que dormí con ella!).

A la mañana siguiente el problema se pudo resolver pero la lluvia seguía, así que me quedé sin poder ir a patinar al lago. En cambio, almorzamos con la tropa y estuvimos analizando videos sobre hielo con los canadienses y las Begg (madre e hija). Es realmente estimulante vivir en una casa donde todo el mundo habla de patinaje, todo el día! Bah, casi.


Patin,patin,patin,cerveza,patin...

A la tarde, como seguía lloviendo, fuimos a la pista con los Begg y los canadienses, ya que Andrea se puso a preparar las valijas, non sin antes recordarme lo anciano que soy (por cuestiones personales que no vienen al caso). La pobre seguía preocupada a pesar de saber que iba a llegar a tiempo para el evaluativo... Así como puede arremeter como un ariete en las carreras, es tan frágil y dulce fuera de las pistas que enternece, y uno se da cuenta de que sus logros tienen todavía más mérito por ser como es.
LAS-InlineDrom >>: ¡Qué pedazo de infraestructura! Quizás no tan impresionante como la de Chantrea en Pamplona >> pero igualmente fabulosa. Quiero una de estas en Córdoba! Dá realmente gusto patinar con lluvia afuera, y la superficie es como un espejo, pero lo mejor está por llegar: voy a compartir piso (es un decir) con los hermanos Dobbin, un par mas de famosos jóvenes neocelandeses, Andrea Haritchelar, Rubén, Melisa y Natalia: son casi todo el grupo de Kreuzlingen, otra morada de patinadores de elite a pocos kilómetros de distancia. Esta va a ser una sesión interesante! Y tengan en cuenta que los miércoles a la noche se juntan a entrenar acá todos esos que mencioné, mas Rosero y los demás colombianos, la montonera de suizos y franceses, y muchos otros mas... por un total neto de unos 30 títulos mundiales patinando juntos en esta pista!


Bueno, hoy tocan unas vueltas lanzadas. Kalon dirige la sesión, hacen unas 20 series: masacrante. Shane Dobbin, que no es justamente uno blandito, se aparta a vomitar. Rubén aguanta hasta al final y se lo ve muy rápido, pero queda tendido. Y las chicas? Unas furias! Nicole le sigue el ritmo a los varones sin problema, que bestia. A las marplatenses dá gusto verlas en acción; Melisa practica unas largadas, y recién a la noche me voy a acordar que Andrea tuvo un accidente: parecería que no sufrió secuela alguna, tan suelta está sobre los patines. Mientras hace un par de vueltas relajándose, me le pego a rueda a Kalon y le pregunto: “Le vas a ganar otra vez a Gregory este año?”.No sé, me preocupa mi aceleración”, me confiesa. Creo que debería preocuparle más a Gregory, a decir verdad. Este tipo tiene una técnica impecable, trato de estudiarlo mientras lo tengo cerca... lástima que no le aguante el ritmo mas de un par de vueltas ¡Que alguien me saque una foto! Le pregunto a Bill: “Y, todavía parezco un corredor?”. El gordo me contesta: “Bueno, mientras vas patinando atrás de Kalon, si.” ¿Qué me habrá querido decir?
Sigue lloviendo al atardecer, así que nada de patinaje por el lago. Andrea González ya se fué, ahora es tiempo de pasar un rato con los argentinos de Kreuzlingen.

Kreuzlingen

Otro caserón lleno de patinadores de medio mundo, solo que situado en una localidad que más que un pueblo es una ciudad chica. Acá viven, además de las marplatenses, dos japoneses, un canadiense, un australiano y 4 neocelandeses, todos pertenecientes a 4 equipos diferentes (aunque muy relacionados entre sí). En teoría, el capo de la casa es Kalon, pero en realidad la que manda es Andrea. Como en todas las familias, seamos sinceros.



También parece ser que Kalon es el que cocina para la pandilla (bastante bien, dicen), y no hay muchas computadoras disponibles en la casa, por lo que los turnos para usarlas son reñidos. Eso sí, coches sobran! La organización de la WIC le pasó uno de esos monstruosos Ssanyong 4x4 a Kalon, pero según sus maliciosos compatriotas, no lo sabe manejar. Aún así, no fue capaz de prestárselo a las chicas para que saliéramos a pasear hasta Konstanz, ciudad en el lado alemán del lago (a Rubén probablemente no lo autorizaron a salir con nosotros). Con Melisa al volante, Andrea de copiloto y Natalia de azafata, cruzamos la frontera como quien cruza la General Paz, y nos mandamos unas pizzas italianas verdaderas y unos ricos helados teutones (con receta italiana). Bah, solo ellas comieron, porque Andrea me señaló no sin cierta malicia que tendría que cuidar mi peso.
Ya tenía una idea positiva de estas chicas, pero observarlas de cerca me permitió llegar a la conclusión de que son adorables. Andrea me mostró la cicatriz que le quedó del accidente: un tajo que va del antebrazo casi hasta el hombro. Yo diría que no le queda mal, apenas se ve. Ella afirma que todavía le duele y que no lo mueve bien, pero como dije, viéndola patinar no parece que le afecte para nada. Me cuenta además que le sustituyeron una tajada del bíceps por una feta de silicona: que original, no? Mientras todas las demás se ponen silicona en las tetas, Andrea la tiene en el brazo. De lo mas chic!
Natalia y Melisa son de todo menos reflexivas y pausadas. No sé si serán ciertas las voces que las señalan como fiesteras incurables (especialmente a una), pero seguramente es imposible aburrirse con ellas. Y los alemanes se quedaban hipnotizados mirándoles el culo: es que de esos acá no hay!, se disculpaban.


Zug

Última etapa de mi periplo helvético, la ciudad de Zug, donde tiene su base de operaciones el equipo RollerBlade. Pero antes de llegar allí se pasa por la localidad de Schindellegi, sede del cuartel general de la WIC y del negocio de material de patinaje mas grande del mundo. En el destartalado autito de Bill, en menos de una hora de viaje y pasando por unos paisajes de ensueño, llegamos al inmenso supermercado de Daniel Grab, llamado World Inline Center >>. La sensación puede ser comparable a la de un niño pobre al entrar en una juguetería colosal (o para mi, como entrar a un lupanar de lujo con toda la mercadería expuesta). No vale la pena describirlo, miren las fotos nomás...


Daniel tiene la actitud de un señor feudal, y con toda razón: el tipo vende unos 20.000 euros cada vez que monta su mega-quiosco en las maratones de la WIC. No por nada tiene un par de coches suntuosos estacionados en la puerta del negocio, y la friolera de 4 equipos inscriptos en copa del mundo! Eso si, se emboló mucho con este tema del evaluativo adelantado, porque se quedó antes de lo previsto sin Melisa, Natalia y Ruben. “En esas condiciones, hasta que en la Confederación no se tomen seriamente el esfuerzo de los atletas, no voy a poder apoyar mas a patinadores argentinos”, me dijo con cara de mantener la promesa. Otra joya para agradecerles a los inútiles de nuestros dirigentes.
De ahí acompañé a Bill a la oficina central de la WIC/Iguana Think Tank Ag. En un edificio impactante de la zona industrial, las oficinas ocupan un piso entero. La sala de reuniones es una maravilla, con una colección de patines en una pared, una preciosa obra de arte en la otra, y una terraza con vistas magníficas al frente.

Entre el salón principal y el despacho de Coni hay una enorme vidriera con una pareja de iguanas vivas. Los pobres bichos me dan lástima, aunque enseguida me acuerdo que están viviendo una vida tal vez un poco melancólica, pero una vida tranquila y civilizada en un país del primer mundo. Si estuvieran en Córdoba, tarde o temprano irían a parar a la panza de un aguilucho... o a la parrilla de algún nero culiao. Es una situación análoga a la de nuestros corredores, no les parece?


Ke mirai, sudaca?

Entro a la oficina del Emperador; Coni se está yendo para China y no hay mucho tiempo para charlar. Me llama la atención una cosa: que no use computadora. Me confiesa que ni sabe como se hace, y que total no le hace falta. Cuanta verdad, no me había dado cuenta! El resto del cuartel general WIC es un desmadre total: nada se pierde porque existe un cierto orden conocido solo por los iniciados que trabajan allí, pero a primera vista parecería que explotó una bomba ahí adentro hace 10 años, y nadie se molestó en quitar los escombros.


Bueno, le mangueo el “tronkomóvil” a Bill y ahora si me dirijo a Zug, donde Tamara Llorens me está esperando. Ella sugirió que me trajera la malla, a lo que objeté que nos íbamos a congelar. Su respuesta? “Se nota que estás viejo!”.
Al cabo de un paseo estupendo por las verdes colinas, me encuentro con la rubia marplatense y nos dirigimos a su típica casita frente al lago, también llamado Zug (Zugersee). La ciudad es un polo turístico de discreta importancia, por el lago mismo y por la cercanía con Lausana. En un apartamento del centro, viven Shane y Tanya Dobbin junto con Diero Rosero. Tamara a su vez vive con su novio Guillermo Trinaroli, los neocelandeses Kay y Aldridge, el colombiano Tobón y la chilena Peñan, en una casa de madera donde de verdad parece estar en una versión ensanchada de la casita de Heidi (que además destaca por el orden y la limpieza). Acá cada uno come y entrena por su cuenta, por lo general. Es que ellos también se encuentran en una zona privilegiada: alrededor de todo el lago hay una ruta excelente para patinar, y a poca distancia de casa tienen un cuadrilátero amplio y de superficie lisa donde emular trabajo en pista. Por otro lado, con las bicis se pueden aniquilar las piernas en las colinas alrededor de la ciudad.

Durante la mañana el sol brillaba y el plan era salir a patinar juntos por el lago, pero adivinen que... mas lluvia! Tamara cocinó unos fideos con una salsa especial para mí, riquísimos pero que no pude terminar porque eran como medio kilo (Guillermo en cambio se los comió todos, y le sobró espacio para la fruta). Tratamos de salir a tomar un café, pero la lluvia se convirtió en diluvio, por lo que volvimos a la casita a charlar. Así, descubro que estos chicos son mas sabios y centrados que la entera dirigencia argentina, y proponen soluciones objetivas para salvar a nuestro patín. Ojalá alguien los escuchara!



En eso baja Cathy, que sin que le pida nada viene y me da un beso. ¿Será por mis influencias políticas, por mi encanto de señor mayor y curtido, o es solo la buena educación trasandina? En cualquier caso, se agradece infinitamente.
El tiempo se acabó, tengo que pasar a buscar a Bill a la oficina. Volvemos hacia Weinfelden charlando todo el tiempo sobre minas, cervezas y patín, (en ese orden, como tiene que ser) y cuando llegamos descubro que también hoy me voy a perder el paseo de la tarde por el lago... porque sigue lloviendo. Paraíso las pelotas!

Nota: lamento no haber podido pasar más tiempo con los otros corredores argentinos presentes en Suiza, Karina Morales y Rubén Martinez. Otra vez será. 
Agradecimientos: en orden cronológico, a
● Bill & Cheryl, por todos los favores
● Andrea G, por la compañía y la paciencia
● Andrea H, por el paseo inolvidable, la charla y la confianza
● Melisa & Natalia, por las risas y por hacerme quedar como un capo con los alemanes
● Tamara & Guillermo, por la hospitalidad, atención esmerada y buena onda
Florencia De La Vega >>, por la noche de sexo apasionado a mi regreso, después de 4 días de abstinencia total en Suiza.

M. Bresin ©PatinArgentino.com  


Teodoro Álvarez
Usuahia apunta al hielo